Fotografías de la manifestación del 19F

Os dejo algunas fotografías de la manifestación de ayer contra la reforma laboral en Córdoba.

La cabalga de carnaval se celebró seguidamente de acabar la manifestación lo que provocó que algunos incluso se manifestaran disfrazados.

Topografías de Tete Álvarez en la Galería Arte 21

Foto: Miguel Angel Salas

El interés por los sistemas de representación no es nuevo en la obra de Tete Álvarez, la asunción del espacio público como territorio de negociación le ha llevado a desarrollar un trabajo que investiga sobre las tramas urbanas y las derivas, la representación del territorio a través del mapa y de  dispositivos de geolocalización. En Topografías, la muestra que ayer se inauguró en la Galería Arte2, Tete Álvarez ofrece tres series fotográficas Transurbancias, Ciudades Líquidas y Vértices que responden a estos intereses. La exposición se puede visitar hasta el 29 de febrero.

Los fotógrafos NO desafían la censura en el Congreso

Como dicen que rectificar es de sabios, rectifico la última entrada donde os informe de un posible desafío de los fotógrafos de prensa hacia el Congreso. Según me informa el compañero Javier Barbancho esto no ha sido así. Os dejo el comunicado enviado para aclararlo todo.


La Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV) y el Sindicato de Periodistas de Madrid (SPM-FeSP) rechazan rotundamente las informaciones que acompañan al “combo” de fotografías en las que aparece el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su asistencia al Pleno del Congreso de los Diputados celebrado ayer, día 11 de enero de 2012. Varios medios han publicado que “se trata de una venganza de los fotógrafos del Congreso, ante la instrucción decretada por la Mesa del Congreso en días atrás”.

... Ante las informaciones que sostienen que el colectivo de fotoperiodistas que habitualmente trabaja cubriendo la información política haya decidido, como venganza a esa instrucción, realizar una serie de fotografías del presidente del Gobierno en los que se muestran una serie de gestos del mismo, la ANIGP-TV y el SPM-FeSP manifiestan:

1º.- Que esas fotografías son atribuibles única y exclusivamente al autor de las mismas. El medio de comunicación que publica dichas imágenes es el responsable de dicha publicación. En ningún caso se debe de pluralizar dicha responsabilidad y atribuirla al colectivo de fotógrafos citado.

2º.- Este colectivo de informadores gráficos, representados por la ANIG-TV y el SPM-FeSP, rechaza la Instrucción de la Presidencia de la Cámara, por considerar que no se atiene a Derecho. Así se comunicó a la Mesa del Congreso de los Diputados, y a su presidente, mediante un escrito en el que se argumenta la jurisprudencia del Tribunal Constitucional.

Tras una reunión mantenida entre el presidente del Congreso y los fotógrafos, los representantes del colectivo de fotoperiodistas acordaron con el presidente de la Cámara estudiar su propuesta de abrir una mesa de diálogo para modificar dicha norma. Nos hemos comprometido a dar una respuesta a esa propuesta en un plazo breve de tiempo.

Tanto la ANIGP-TV como el SPM-FeSP, representantes mayoritarios de los fotógrafos de prensa, consideran que la afirmación difundida por algunos medios de que “se trata de una venganza de los periodistas gráficos” es totalmente carente de fundamento y rigor, ya que ninguna de estas dos organizaciones ni los informadores que cubrieron ayer el Pleno del Congreso han sido consultados por los medios que han difundido esas afirmaciones.

Además, recordamos que el derecho a la información, tanto a emitirla como a recibirla, es un Derecho Fundamental garantizado por la Constitución española. Y es de obligado cumplimiento el ofrecer a la opinión pública una información veraz, plural y contrastada.

A pesar de haberlo visto en varios portales publicados os pido perdón por el error y os dejo un enlace donde Alberto Cuellar lo explica todo.

FOTÓGRAFOS CORDOBESES: Alvaro Carmona, pasión y paradoja

Álvaro Carmona Romero (Córdoba, 1982) mantiene vivo el espíritu de cazador de momentos únicos, ese instinto que lleva a realizar el disparo en el momento preciso para captar el instante que lo explica todo. Sin intervenir en la escena, sin provocar las reacciones, a menudo sin ser visto. Como una sombra. Francisco Merino, periodista de El Día de Córdoba, ofrece una visión cercana de la trayectoria de uno de los fotógrafos de prensa con mayor experiencia pese a su juventud. Además de en El Día, colabora con agencias como Europa Press y LOF, además de publicar en distintos medios nacionales.

Resulta frecuente que los miembros de ciertos gremios –y el de la fotografía, mezcla de oficio y arte, es uno de ellos- se vean asaltados por una necesidad íntima de firmar una obra trascendente. Hay quienes se obstinan persiguiendo la singularidad en cada uno de sus trabajos y se obsesionan con ello, enredándose en barroquismos técnicos para crear mundos propios. Otros, dotados de una sensibilidad peculiar, colocan de forma natural un sello personal y reconocible. A nadie se le puede culpar por fijarse objetivos sublimes, aunque hay que reconocer que se trata de un ejercicio de notable riesgo cuando uno es fotoperiodista.

Que cada producto sea único e inimitable, y que además provoque la admiración del público y el respeto de los colegas resulta una perfecta declaración de intenciones, una pretensión conmovedora y, digámoslo ya, un imposible. ¿O quizás no? Álvaro Carmona Romero (Córdoba, 1982) lo intenta a diario desde que con apenas 18 años llegó para realizar sus prácticas a un periódico recién nacido, El Día de Córdoba, donde encontró la plataforma idónea para combinar la osadía de su juventud con la dureza de las jornadas maratonianas de una heterogénea redacción que, sin ser plenamente consciente de ello –seguramente por falta de tiempo para plantearse esas cuestiones-, hacía historia al levantar un nuevo medio de comunicación en una ciudad particularmente compleja y difícil. Álvaro era un niño rodeado de hombres, pero nadie lo notaba. Ingresando en el oficio a la vieja usanza, aprendiendo sobre la marcha y sin red, ha construido una sólida trayectoria profesional y se ha ganado una merecida reputación ligado a la vida –azarosa, turbulenta, complicada e incierta, como corresponde a estos tiempos de crisis- del rotativo cordobés a cuya plantilla pertenece desde 2006.

El haberse curtido durante el último decenio en el trabajo de fotógrafo de prensa, un lugar privilegiado –también duro y adictivo- para convertirse en testigo y notario de la realidad, no ha matado su curiosidad por captar las reacciones humanas en situaciones límite. Un niño que se tapa los ojos cejado por la luz del sol al ser rescatado por los bomberos tras un derrumbe de casas. Un hombre que achica agua en una inundación mientras las paredes de su hogar, los pilares de su vida, se resquebrajan sin remisión. Emotivas historias de supervivencia que Álvaro plasma con cercanía, con una mirada cómplice y solidaria propia del que sabe que las víctimas de esa tragedia pueden ser –a veces, de hecho, lo son- sus propios vecinos.

La fascinación por el hecho religioso es una constante en la producción fotográfica de Álvaro Carmona, ya sea en los acontecimientos que le vienen dictados por la actualidad informativa o en esos espacios de libertad que, de cuando en cuando, se busca él mismo tras huir de la dictadura de la agenda. La belleza de los ritos sagrados, ya sea en la Semana Santa cordobesa, en Chaouen o en Roma, la encuentra también Álvaro en esa otra expresión mística y pagana que es el deporte. El fútbol, al que Vázquez Montalbán definió un día como la religión del siglo XXI, con sus estadios como catedrales y sus estrellas ejerciendo el papel de dioses, ejerce sobre Álvaro una atracción irresistible como campo de expresión artística. Ahí juega con ventaja y se le nota. Los brazos abiertos de Leo Messi, el genio argentino del Barcelona, o el desgarro italiano de Alessandro Pierini gritando un gol del Córdoba no dejan de ser la traslación de escenas que protagonizan miles de chavales cada fin de semana en los campos de los barrios, en esos lugares donde se gestan hazañas anónimas a no ser que en una esquina cualquiera, agazapado y sin dejarse notar, se encuentre apuntando con su cámara un cazador de instantes. Como Álvaro Carmona.

Reportaje publicado en la revista de Enresa "Sierra Albarrana"